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La creatividad emprendedora y la innovación marca del Empordà
En el Baix Empordà, al pie de las Gavarres, y acompañados por el río Daró, encontramos los municipios de la Bisbal, Forallac, Cruïlles, Monells y Sant Sadurní de l’Heura, Corçà y Ullastret, unidos en el proyecto del Plan estratégico de desarrollo económico local y empleo, iniciado en 2012, con el apoyo del Servicio de ocupación de Cataluña.
Una tasa de paro cercana al 20%, con más de 1.500 personas paradas, hacían urgente la definición de una estrategia para dinamizar la economía, impulsar la creación de puestos de trabajo y apoyar a las empresas existentes, a fin de consolidar los puestos de trabajo. Actualmente, según datos del cuarto trimestre de 2016, los parados están alrededor de las 1.000 personas y la tasa de paro registrada en el conjunto de los cinco municipios está alrededor del 15%.
Los cinco municipios funcionan como una unidad económica, a pesar de que hay más habitantes que trabajan que puestos de trabajo en el propio ámbito. Muchos trabajadores cualificados que viven en el territorio actualmente se desplazan para acceder a un puesto de trabajo adecuado a su formación. Esto significa, sin embargo, que hay capital humano con potencial, residente en esta zona, susceptible de incorporarse a las nuevas empresas que se instalen en esta área y busquen personal cualificado.
Actualmente, en esta zona hay 110 hectáreas dedicadas a los polígonos, con 35 hectáreas disponibles.
Esta área tiene un centro urbano consolidado, formado por la Bisbal, los núcleos de Vulpellac y Fonteta de Forallac, y el barrio del Puigventós situado en Cruïlles, y está rodeada por los pequeños núcleos de población, agregados alrededor. Pequeños pueblos con encanto medieval como Cruïlles, Monells, Sant Sadurní de l'Heura, Peratallada, Canapost, entre otros, hasta llegar a 22 pequeños pueblos. En toda el área hay unas 15.300 personas, de las cuales aproximadamente 10.000 se encuentran en edad de trabajar.
El comercio se concentra en buena medida en la Bisbal, donde también se concentra la mayor parte de los servicios. En cambio, el sector de la restauración y el alojamiento se encuentra repartido por toda el área.
Complementariamente, la actividad económica o industrial se localiza siguiendo el eje de la carretera C-66, atravesando los municipios de Corçà, la Bisbal y Forallac. En este tramo encontramos ocho polígonos donde se concentra la actividad empresarial con un centenar de empresas implantadas, que ocupan un millar de personas. Empresas de los sectores como la cerámica, el sector del metal y las puertas automáticas; y el sector terciario de logística y distribución, junto con pequeñas empresas de los sectores más diversos.
En todo el conjunto el equilibrio es la palabra, la medida humana.
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